Realfooding y alimentación consciente: nuevas fórmulas para alimentarnos
Con el fin del verano a la vuelta de la esquina y después de los excesos normales de esta época del año, creemos oportuno hablar de dos tendencias alimenticias en alza y que pueden ayudarnos a alimentarnos de una manera más sana y natural: Realfooding y Alimentación consciente.
Desde nuestro restaurante siempre hemos defendido un tipo de alimentación saludable. Aprovechando el producto fresco y de cercanía, y apostando siempre que sea posible por aquellos proveedores que trabajen con modelos productivos ecológicos y sostenibles. Además, en nuestros platos intentamos siempre respetar al máximo el producto principal, para que sea el protagonista y no enmascarar el sabor con ingredientes añadidos. Pero no nos engañemos, los menús de los restaurantes, y el nuestro no iba a ser una excepción, no están pensados para ser dietéticos. El objetivo último es siempre el disfrute del comensal, que acude a establecimientos como el nuestro en busca de una experiencia gastronómica diferente y sorprendente.
En última instancia, el cómo nos alimentamos una vez somos adultos es responsabilidad exclusiva de nosotros mismos. Poner conciencia en el qué y el cómo nutrimos nuestro cuerpo son las claves que promueven estos dos movimientos que defienden un cambio radical en nuestra manera de comer.
RealFooding
El dietista y nutricionista Carlos Ríos es el creador del movimiendo Realfooding. Un nuevo estilo de vida que consiste en alimentarse de «comida real» huyendo de los ultraprocesados. No se trata de una dieta al uso, ni un mero listado de alimentos permitidos y prohibidos, sino una serie de consejos que nos orientan para saber cuales son los alimentos más saludables para nuestro organismo y cuales debemos evitar en la medida de lo posible. Es en definitiva, un llamamiento a conocer lo que comemos y ser capaces de elegir cómo nos alimentamos de una forma más consciente.
Una de las claves fundamentales de este movimiento es prestar atención a nuestra cesta de la compra, Cuando vamos al supermercado y nos disponemos a comprar los productos que van a entrar en casa es primordial, según el promotor de este movimiento, que nos fijemos en las etiquetas de los envases. Si el producto en cuestión está compuesto por más de 5 ingredientes deberíamos descartarlo y sustituirlo por comida real, en la que el producto que queremos consumir es el verdadero, y a ser posible, único ingrediente.
No significa esto que no podamos optar por algunos alimentos procesados. En el Realfooding las legumbres cocidas y envasadas, conservas de pescado en aceite de oliva, verduras congeladas, fruta desecada o yogur natural, por poner algunos ejemplos, son opciones viables siempre que se combinen con fruta y verduras fresca, carne y pescado, huevos o lácteos lo más naturales posible. Y hay que evitar a toda costa (o al menos reducir a la mínima expresión) alimentos que incluyan azúcares añadidos, aceites vegetales y harinas refinadas y aditivos químicos como edulcorantes, conservantes y colorantes.
alimentación consciente
En esta misma línea se mueve la Alimentación Consciente o mindfoodness, un concepto derivado del mindfulness y que consiste en la capacidad de prestar atención a lo qué comemos y cómo lo comemos. Esta forma de alimentarnos sin embargo no sólo nos anima a relacionarnos con los alimentos con plena atención sino también a establecer una relación distinta con nosotros mismos, ya que en la manera que tenemos de alimentarnos subyacen muchos componentes emocionales que forman parte de nuestro inconsciente.
En la actualidad, nuestro ritmo de vida nos empuja a comer con prisas. Combatimos el estrés y la ansiedad comiendo de forma compulsiva. Y está más que demostrado que los trastornos alimenticios están directamente relacionados con problemas de personalidad y autoestima. Comemos de forma mecánica, en muchas ocasiones sin pensar que estamos metiendo en nuestro cuerpo o si tenemos realmente la necesidad y el deseo de hacerlo.
En respuesta, la alimentación consciente promueve el autocontrol y el autoconocimiento, convirtiendo así el acto de comer en algo más racional y menos automático. Comer más lentamente, sentados y hacerlo sin distracciones tales como la televisión o el móvil son unos primeros pasos para lograr, con el tiempo, una alimentación más consciente.
Ambos movimientos defienden en definitiva mejorar la forma en que nos relacionamos con la comida, entrenando nuestras facetas mental y emocional, para desarrollar así la capacidad de estar más atentos a lo que comemos y cómo nos lo comemos, y ajustando la alimentación a nuestras necesidades reales sin que por ello dejemos de disfrutar de aquellos momentos vinculados a la comida.
Os animamos pues a investigar más sobre estas nuevas tendencias alimenticias mientras seguís disfrutando, puntualmente, de nuestra propuesta gastronómica. Salud y buenos alimentos.
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